Reseña Literaria: “Las Malas”, Camila Sosa Villada. Por Maria Nieves Gorosito “No hubo policías ni clientes ni crueldades que me hicieran temer del modo en que temía a mi papá. En honor a la verdad, creo que él también sentía un miedo pavoroso por mí. Es posible que allí se geste el llanto de las travestis: en el terror mutuo entre el padre y la travesti cachorra.” (pág. 60 – 61) Las Malas Camila Sosa Villada nos conduce por aquellos lugares a los que, consciente o inconscientemente, algunos no quieren mirar. Sobre este mundo de lo ominoso ella construye su novela. Su historia despierta en el lector angustia y terror, sin embargo, a través de la magia literaria, hace que el lector no huya ante el espanto, para así descubrir que en aquél mundo moran las mismas necesidades: aceptación, respeto y amor. Freud explica que el sentimiento de lo ominoso es despertado en el ser humano por aquello que se le presenta como nuevo; cuando lo novedoso lo desorienta, rompiendo con el sentido de las cosas. Es decir, cuando eso nuevo no se ajusta a la establecido, a lo esperado, a la norma que rige la vida cultural y social del sujeto. La escritora cordobesa llama a escena a personajes de culturas y vivencias que despiertan este sentimiento de extrañeza, a través de un relato que tiene sus raíces en lo autobiográfico. Personajes trabajados desde la ficción, que algunos críticos dicen que nacen de un realismo mágico. Pero Camila explica que en realidad son un producto de la literatura oral y popular, no sólo de las travestis, sino también de las mujeres campesinas (como las mujeres de su familia); es decir, personajes de una narrativa pueblerina. De este modo, la autora conjuga el mundo travesti con la literatura de las leyendas populares. Le hecha luz a la clandestinidad para sacarla de los márgenes, y cuando aquello que debía quedarse bajo la alfombra sale, encontramos lo ominoso. “La situación es diversa cuando el autor se sitúa en apariencia en el terreno de la realidad cotidiana. Entonces acepta todas las condiciones para la génesis del sentimiento ominoso válidas en el vivenciar, y todo cuanto en la vida provoca ese efecto lo produce asimismo en la creación literaria. Pero también en este caso puede el autor acrecentar y multiplicar lo ominoso mucho más allá de lo que es posible en el vivenciar, haciendo que ocurran cosas que no se experimentarían – o sólo muy raramente – en la realidad efectiva. En alguna medida nos descubre entonces en nuestras supersticiones (…)” (S. Freud, Lo ominoso, pág. 249) «Las Malas» borra los límites entre fantasía y realidad. Y en un contexto real da vida a seres como el Brillo de los ojos: un bebé que las travestis encuentran en la oscuridad del Parque Sarmiento, y que la Tía Encarna amamanta, como la Difunta Correa, entregando algo que no tiene para salvarlo y salvarse, pese a lo imposible, no por estar muerta como Deolinda, sino por su deseo frustrado de mujer y madre. Así también encontramos personajes como Los Hombres sin cabeza que amaban a las travestis, a María la Muda y su transformación en pájaro, y a Natalí, séptima hija varón, sometida al influjo de la luna llena. “(…) el proceso de desensibilización al que nos sometíamos día a día para no morir. (…) El desprecio con que nos miraban. La manera en que nos insultaban. Los piedrazos. Las persecuciones. (…) Cada uno de los golpes que se sumaban a los que nos habían propinado nuestros padres para revertirnos, para llevarnos de regreso al mundo de los normales, los correctos, los que forman familias y tienen hijos y aman a Dios y cuidan su trabajo y hacen rico al patrón y envejecen al lado de sus esposas.” (pág. 154) Es un relato de furia y denuncia, pero también de agradecimiento y esperanza. “Quien posee algo valioso y al mismo tiempo frágil teme la envidia de los otros, pues les proyecta lo que él mismo habría sentido en el caso inverso” (S. Freud, Lo ominoso, pág. 239) Un miedo inconsciente nos vuelve primitivos y reducimos al que camina a nuestro lado. Una doble moral y la incertidumbre que generan los obsoletos saberes científicos, a los que muchos pretenden aún aferrarse. En esta historia de una manada de lobas, como las llama la autora, que caminan el infierno alrededor de la imponente estatua de Dante Alighieri, en el Parque Sarmiento, y que luego van a curarse bajo el ala multicolor de la Tía Encarna, en su casa rosada, la autora transforma miedo, intolerancia, vergüenza y desprecio en placentera lectura. Las cosas no son hasta que no son contadas, es importante que estas historias comiencen a contarse desde adentro. Que la literatura extienda sus brazos. “En realidad somos nocturnas, para qué negarlo. No salimos de día. Los rayos del sol nos debilitan, revelan las indiscreciones de nuestra piel, la sombra de la barba, los rasgos indomables del varón que NO[i]* somos” (pág. 117) En una charla, la autora dijo que sentía afinidad por los árboles porque, como ellos, había crecido sola… Ser consciente de la crueldad al que el otro está siendo sometido, querer detenerla y darle lugar a nuestro lado, no hará que la crueldad recaiga en nosotros, o que corramos el riesgo de perder el territorio que nos mantiene a salvo. Porque, consciente o no, muchas veces es ese miedo el que nos ciega y nos hace mirar hacia el otro lado. Intentar comprender la complejidad universal es el camino hacia una sociedad más tolerante, menos hipócrita. Reclamemos una sociedad que siembre bosques alrededor de personas como Camila. Como dice el resumen al final: «Las Malas» es esa clase de libro que, en cuanto terminamos de leerlo, queremos que lo lea el mundo entero. Resumen Cuando llegó a Córdoba capital, Camila Sosa Villada fue una noche, muerta de miedo, a espiar a las travestis del Parque Sarmiento y encontró su primer lugar de pertenencia en el mundo. Las Malas es un rito de iniciación, un cuento de hadas y de terror, un retrato de grupo, un manifiesto explosivo, una visita guiada a la imaginación de su autora y una crónica distinta de todas. En su ADN convergen las dos facetas trans que más repelen y aterran a la buena sociedad: la furia travesti y la fiesta de ser travesti. En su voz literaria conviven Marguerita Duras, Wislawa Szymborska y Carson McCullers, con tonada cordobesa. Fuente: http://elgranotro.com/las-malas/ Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.