Ayer venia para atrás con la cuarentena y dije ya fue, me voy a pegar papaya y mango, sí… Hoy día, marihuana pega cualquiera,  ahora la posta es la papaya y el mango, eso sí  cuesta conseguir y más a buen precio, así que caminé un poco, después de confundir  la papaya con un zapallo en una verdulería y huir avergonzado,  seguí caminando hasta que en la cuarta verdulería conseguí alta papaya wacho!

Bueno la cuestión es que volvía pensando que salir me había hecho bien,  que estaba un poco más animado, hasta que de repente observo que el que veía caminando hacia mí de frente, se saca el barbijo, levanta su brazo y en un desfachatado movimiento huele su axila, sí.. Se saca el barbijo para olerse el sobaco, pero esto no termina acá, cuando levanta el brazo, le pega un codazo a otro que venía atrás mirando para la vereda de en frente,   la escena fue fabulosa, yo me empecé a reír abusando del barbijo y los lentes de sol, creo que es lo único bueno de la cuarentena, el que recibe el codazo se indigna y le dice “Por qué no te olfateas el sobaco en tu casa tarado” y el otro le dice, si porque me parece que vos venias con ganas de hacerlo por mí , yo sigo caminando los cruzo ya doblado de risa y escucho: andá a la concha de tu madre!  ándate vos le responde el otro,  vos primero le dice el otro! Na!!

Una pelea de salita de 4  de jardín de infantes, en fin pensé que ir a pegar papaya y mango no sería suficiente para cambiar mi estado de ánimo, pero como dice esa frase pedorra «Lo importante no es sólo llegar a un destino, sino disfrutar del camino» y Puto el que lee.

Sobre El Autor

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.